Para mi Paris siempre es una excelente opción y lo que más me encanta de vivir en España es que los tiquetes desde aquí a muchos destinos de Europa son demasiado económicos.

Entremos en contexto…

La familia de Camilo (mi pareja) viajó desde Colombia a pasar fin de año con nosotros, llegaron el 29 de diciembre del 2023 a Barcelona y allí estuvimos una semana compartiendo en familia, conociendo Barcelona y disfrutando cada momento. El 7 de enero viajamos a Paris, los tiquetes ida y regreso los conseguimos con 2 meses de anticipación a muy buen precio: el de ida nos costó 76 euros por persona (aproximadamente 328,636 COP al cambio de hoy) por la aerolínea EasyJet y por el de regreso pagamos 20 euros por persona (aproximadamente 85,360 COP al cambio de hoy) por la aerolínea Rynair, ambos vuelos solo incluían un morral de mano y después añadimos maleta, los que lo necesitamos.

En total estuvimos 3 noches y para el hospedaje escogimos Airbnb ya que viajábamos 9 personas y en total fueron 1,452 euros (aproximadamente 6,197,136 COP al cambio de hoy). La ubicación estuvo muy buena, tomábamos la línea 6 (conocida por su hermosa vista de la torre Eiffel) en la estación Edgar Quinet y después de 10 minutos estábamos en la Estación Passy de donde a solo 5 minutos caminando está en la bellísima Torre Eiffel.

Fueron 4 días llenos de aventuras: el primer día fuimos del aeropuerto al Airbnb a dejar el equipaje y después salimos a comer a un restaurante local cerca, tomamos el metro y fuimos a caminar los alrededores de la Torre, esperamos que la iluminaron cuando anocheció y finalmente regresamos al hospedaje a descansar.

El segundo día preparamos desayuno en el hospedaje y salimos a la estación de metro más cercana al Arco del Triunfo para iniciar el recorrido de los Campos Elíseos; las temperaturas estaban muy bajas y empezó a nevar. Yo estaba muy emocionado porque nunca me había tocado una nevada, pero para los demás no fue tan rico porque el frío era casi insoportable para ellos. Entramos a comer al restaurante Café Jorge V del cual no tengo quejas, buena comida, buena atención, excelente ambiente y buenos precios, aunque no es lo más económico, por su ubicación es razonable. Finalmente decidimos irnos a la casa, ya que los niños no se aguantaban el frío. Estuvimos compartiendo en el alojamiento y viendo la nieve caer toda la noche.

El siguiente día, preparamos desayuno en el hospedaje también y era el día para los niños, algunos fueron para Disney con ellos y otros nos fuimos a caminar. Almorzamos en un típico restaurante parisino muy famoso, llamado Le Relais de l'Entrecote donde hay un único menú: carne bañada en una exquisita salsa de mantequilla (cuya receta es un misterio) y unas deliciosas papas francesas. El restaurante lo recomiendo al 100%, solo que no se debe ir con hambre ya que siempre hay cola; nosotros tuvimos que esperar aproximadamente 30 minutos para acceder a una mesa pero valió la pena, todo estuvo delicioso y en promedio pagamos 30 euros por persona (aproximadamente 128,040 COP al cambio de hoy). Luego estuvimos en caminando por el Jardín de las Tullerías y la Plaza Vendôme hasta que llegamos a un bar, donde tomamos unos cocteles muy buenos, llamado Harry’s New York Bar el cual recomiendo también.

El último día suele pasar demasiado rápido, así que Camilo y yo decidimos salir a desayunar mientras los otros se organizaban para salir. Desayunamos en un Bistró llamado Oddessa donde por 15 euros (aproximadamente 64,020 COP al cambio de hoy) te sirven un desayuno típico parisino muy completo: bebida caliente, bebida fría, croissant y omelette; todo estuvo delicioso. Después nos reunimos con los otros, fuimos a la Torre Eiffel nuevamente porque algunos iban a subir y los otros nos quedamos en Le Kiosque des Fontaines donde había un mercadillo muy lindo, vendían chocolate, vino caliente, cerveza, hot dogs y muchas cosas más, además, habían fogatas y el ambiente estaba muy bueno.

Finalmente, recogimos nuestro equipaje y salimos rumbo al aeropuerto porque teníamos el vuelo de regreso a Barcelona. A pesar del frío, todos disfrutaron mucho y los que no conocían la ciudad quedaron encantados y con ganas de volver; yo que ya había estado varias veces, volví a enamorarme de la ciudad y a ratificar que es mi ciudad favorita por su arquitectura, la magia que la envuelve, su cultura y todo lo que tiene por descubrir.